Las manos del pueblo eran de trabajadores, campesinos, mecánicos, leñadores... las manos de la juventud eran las de la esperanza, Jóvenes, abiertas, ágiles, llenas de confianza; Las manos de la mujer eran tiernas, ocupadas, forjando un nuevo día, una caricia, ahora están caídas, desocupadas, envilecidas por el vicio, ensangrentadas por el delito, las manos están en franca bofetadas, pidiendo alimentos, discutiendo en descontento, las manos del pueblo están agitadas, algunas se han empuñado, porque de suplicar y esperar están cansadas, otras tras las rejas están paralizadas, solo las manos de unos pocos, están llenas, ocupadas... y esas son las que matan, hieren, dan bofetadas, las manos del pueblo se estiran, se alzan, se empuñan, se cansan... así es que se juntan con otras, se aprietan, se entrelazan, se unen hasta que la fuerza nazca, todas las manos ahora se alzan, hacia arriba buscando una esperanza, mue