Cuesta ese Sol Andino
Cuesta
Ella tiene mil nombres
Ana, Juana, María,
de siglos y siglos,
toda una vida llevando
su carga a cuesta,
su piel ya tiene el color del adobe,
de la tierra de los caminos;
se levanta al alba
y regresa ya cuando no queda
un alma
a quien venderle su carga,
Cuesta llevar el sustentó
a casa...
Cuesta ya caminar
las mismas calles
de sol a sol,
Cuesta todo, cuesta...
Para tantos ese sol andino.
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