Despedida con sabor amargo
La guadaña paso por
el teniente,
llevándose culpable
e inocentes…
Paso veloz como un
rayo
excusándose en la
producción.
Enmudecieron los
dirigentes…
Atónitos quedamos
en silencio
mascullando
una desazón.
Llego la hora de
amarrar el saco
y decir adiós…
El presente es un
tiro quedado
que nos puede explotar
en la cara.
Y de mala manera
aprendes
que nada es para
siempre…
no para todos es
dulce
el final de la
jornada.
Poeta Minero
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