Dolor
Hay día que me canso de ese maldito que me acompaña cada día de distintas formas, de distinta intensidad, cuando yo creo que me he liberado de él… Renace con renovados bríos, me limita, me irrita, me saca llanto, me encoleriza… lo puteo todos los días… y cuando creo que lo tengo ubicado, aparece en otro lugar; Otras veces me doy por vencido y quedo tirado a su merced, como un gusano retorciéndome, como una sentencia asumida, merecida, ya ni me acuerdo cuando llego, y si ha habido un día ya sin él, cuantas veces hace que me retuerza, grite, llore… Pidiendo, suplicando que se vaya… Pero no hay caso.. ni, una , ni dos, ni un frasco… Me libera de querer extirparlo de mí.