Víctor Navarro Molinas
Víctor Navarro
Invierno. Frío. Al salir del abrigo de nuestras casas para tomar el bus esa
madrugada se adivinaban en lo alto los negros nubarrones que ocultaba la noche
aún. Nadie imaginó que encerraban un presagio.
Llegamos a la mina como siempre, entre tiritando de frío, unos echando pericos
por cualquier cosa, otros cantando, otros comentando fútbol y los machitos
cachiporreándose de alguna conquista.
La nombrada del día para los topó grafos fue chequear el cráter de la
mina, cómo éste venía bajando y la subsidencia.
Con las herramientas al hombro los ganchitos y yo partimos al cruzado que nos
asignaron.
Mi trabajo en la quebrada Teniente consistía en partir piedras con la maza y
hacer correr la buitra con el pinocho levantando la tabla cortadora de saca.
Mientras tanto los topógrafos comenzaron a recorrer los niveles chequeando la
subsidencia y la ley de las piedras que venían bajando. Nosotros
sacamos el tapado del pique, levantamos la tabla y comenzó a correr el río de
piedras. Cayó una muy grande en la parrilla, la acomodé con el pinocho y con la
maza comencé a pegarle para quebrarla. Una vez quebrada comenzó a fluir.
Arriba, Víctor Navarro avanzaba en el recorrido del área, cruzando calles con
el agua hasta las rodillas, viendo como venía bajando el cerro.
De pronto se nos cortó la buitra, una roca guate sapo estaba
tapando el pique, no quedaba otra opción que barrenarla, ya que las APD
(explosivo que se instala encima de las rocas) no le hacen nada, así es que
fuimos a buscar el jakcle, la barra y comenzamos a hacer la perforación para
ponerle un cartucho de dinamita. Una vez colocado con la ecord y la mecha,
procedimos a quemarla, aislamos el área, pedimos la quemada y boommm se sintió
correr la buitra, una vez entregada la quemada y despejado los gases, fuimos a
ver el resultado. Estaba en la parrilla toda quebrada, acomodamos con el
pinocho y cayó al pique rumbo a los trenes que la esperaban.
Arriba, los topógrafos una vez hubieron recorrido los niveles chequeando el
correcto funcionamiento, fueron a inspeccionar cómo iba el cráter de la mina,
esto significa, si el cerro iba bajando parejo y el agua no se estuviera colando
por algún lado, “que el cerro no lo hubieran dado vuelta por el robo de saca”,
según la jerga minera. Estando todo bien, procedieron a tomar las medidas de
seguridad e hicieron su trabajo.
De pronto tuvimos un embanque después que la guata de sapo corrió la buitra con
saca molida llenando el pique de traspaso. En un momento que tuvimos que bajar
apurados la cortadora de saca, pero igual, al llenarse el pique la saca
subió y se desparramó hacia los lados. Comenzamos a apalear a medida que
abajo los trenes comenzaron a sacar las piedras. En eso estábamos cuando llega
agitado el capataz con una orden.- Ganchos, no trabajen más ni muevan las
buitras, junten sus herramientas y salgan…
Quedamos estupefactos, algo malo había sucedido. - Arriba se cayó un topógrafo
al cráter y están tratando de sacarlo, por eso prohibido mover las buitras y
menos quemar… suspendan todo hasta nuevo aviso. Nos quedamos helados. Con una
sensación incierta e impotentes.
Justamente arriba el cráter se agranda y mueve al compás de nuestro trabajo
abajo, y en el momento que Víctor estaba midiendo con su gancho se vino abajo
el talud en que estaba parado, su gancho alcanzó a saltar y salvarse, pero él
fue a dar al medio del embudo de cráter…
Detuvieron todas las faenas, pero la saca del cráter por los lados seguía
cayendo, tapando lentamente a Víctor Navarro, llegaron las cuadrillas de
rescate, los jefes y después de horas se decidió que nada se podía hacer.
Cuando supimos toda la noticia, arranqué un pedazo de bolsa de cemento, me
senté en una roca y escribí estos versos llenos de tristeza.
Víctor Navarro Molina/ No estas
desaparecido/ quedaste/ en la última alquimia del cobre/ entre
la montaña y el cielo/ fundido como los metales/ en
las estatuas de los héroes/ como los marineros/ que se funden en el
mar/quedando entre el mar y el cielo/ fundido en el cráter de la mina/ que
te dio y llevó la vida/ Víctor Navarro Molina/ no
has desaparecido/ has quedado en nosotros.
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