Llorar




Después de besar tus labios,
después de estar cobijado
en tus brazos,
lloré amargamente
porque aquellos besos
no eran el comienzo
de un amor,
aquella pasión que sentimos,
no seria el comienzo de algo más,
si no el final...
de una inmensa fogata
apagada de la noche a la mañana
en medio del mar...
por eso me puse a llorar.



Poeta Minero
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