Queme mi vida
Queme mis días,.. mis horas... y mis penas se hicieron humo... entremedio de mis dedos, queme el poco dinero... en la aspirada de un pucho... al cual me aferraba con lagrimas, esperando irme con el humo. Queme mis horas... Mis días... Sintiéndome una colilla del suelo a veces, otras, un cigarro perfumado de mis pocas horas felices. Que queme entremedio de mis dedos. Poeta Minero